Este artículo va dirigido principalmente a aquellos que ya están contentos con su peso y quieren aumentar considerablemente su masa muscular, sin salir del contexto de la Dieta Paleo.
El objetivo primordial de la Dieta Paleolítica es llegar a la mejor expresión genética posible de nuestro cuerpo, obtener fuerza funcional, salud óptima y longevidad ampliada. En otras palabras, darle el máximo rendimiento posible al conjunto de genes que heredaste de tus antepasados. Estos son los objetivos principales del Estilo de Vida Paleo, lo que no significa que no puedas tener un poco de músculo extra con un poco de esfuerzo adicional. La cuestión es, ¿cuánto y a qué precio?
La masa muscular es más saludable que la masa adiposa. Generalmente, cuanta más masa muscular tiene una persona, más tiempo vive. Pero incrementar la masa muscular en detrimento de la agilidad, fuerza o velocidad es, en mi opinión, contraproducente. ¿Qué preferirían nuestros antepasados, tener unos bíceps enormes o la habilidad para cargar una presa al poblado?
A no ser que seas un culturista, no te recomendaría simplemente aumentar tu masa muscular sin un aumento proporcional de tu fuerza real. Esos bíceps gigantes puede que se vean bien en la playa, pero también se ve bien un cuerpo de persona joven y atlética, capaz de hacer 20 dominadas o levantar el doble de tu propio peso.
Por su puesto todos somos diferentes. Los componentes principales son los mismos pero la reproducción sexual nos hace tener una genética única y pequeñas variaciones que afectan al modo en que respondemos a nuestro entorno. Es por lo que algunas personas son bajitas y otras altas, o por lo que algunos responden mejor a los carbohidratos que otros. De la misma forma, algunas personas tienen de forma natural más masa muscular. Son de forma innata más musculares que la persona media, y aumentar esta masa es normalmente fácil para ellos. Y por otro lado están quienes les cuesta ganar un kilo, puede que aumenten su fuerza pero esto no parece producir más masa muscular. Mi consejo inicial para estas personas (yo soy una de ellas) es que no se preocupen, mientras seas constante y aumentes tu fuerza, lo estás haciendo bien.
Es gracioso ser el típico flaco del gimnasio capaz de levantar más que muchos o hacer más dominadas pero que parece no aumentar su masa muscular (¿quién no quiere acompañar la fuerza con un poco más de músculo?). Para conseguir esto en un contexto de Dieta Paleo debes saber que seguir aumentando tu fuerza inevitablemente requerirá un aumento de masa, además debes estimular las hormonas anabólicas que todos usan para ponerse grandes, sólo que con un poco más de conciencia y entusiasmo.
Las hormonas principales que contribuyen al anabolismo muscular son la testosterona, la hormona del crecimiento y el factor de crecimiento insulínico tipo 1. Veamos un poco sobre cada una y como utilizarla:
Testosterona
Entre otras cosas, tiene un papel importante en favorecer la síntesis de proteínas además de trabajar con otras hormonas como la del crecimiento y la de crecimiento insulínico de tipo 1 para mejorar su función (lo veremos más adelante). Si quieres aumentar tu fuerza y tener más músculo, la testosterona es un requisito (no te preocupes, ¡No hace falta ningún tipo de inyección!)
Hormona del crecimiento
Su propio nombre lo indica. Ayuda al crecimiento muscular y quema grasa. Mantenerse delgado es una parte muy importante de construir músculo ya que si no parecerás hinchado.
Factor de crecimiento insulínico tipo 1 (IGF-1)
La hormona del crecimiento estimula la producción de IGF-1 en el hígado. De hecho, se sospecha que el IGF-1 es responsable de la mayoría de los efectos de aumento de masa de la hormona del crecimiento.
Estas hormonas trabajan juntas. De hecho para maximizar su potencia de crecimiento muscular, debes tener presentes las 3. La testosterona aumenta el IGF-1, pero sólo en la presencia de hormona del crecimiento. Y la hormona del crecimiento funciona de forma independiente al IGF-1, pero sus efectos son mayores cuando actúan juntas.
El papel del sistema nervioso central
Para que tu cuerpo empiece a producir estas beneficiosas hormonas anabólicas, primero tienes que darle una razón para que lo haga. Debes darle a tus genes una razón para que se expresen. La forma más efectiva de hacerlo es estimulando el sistema nervioso central (SNC). Pero éste no es fácilmente perturbable y no le importará un estímulo si no es lo suficientemente fuerte.
Si insistes en hacer ejercicios aeróbicos suaves o músculos aislados tu SNC apenas se dará cuenta. En cambio si haces algo como levantar mucho peso o hacer sprints tu SNC se dará cuenta de que un esfuerzo serio está siendo realizado y notificará al hipotálamo, que a su vez mandará la señal a la glándula pituitaria. Este pequeño (pero importantísimo) miembro del sistema endocrino es la glándula que indica a tus testículos que produzcan testosterona. Es también la glándula que sintetiza y segrega hormona del crecimiento.
La IGF-1 es en su mayoría producida por el hígado, pero su producción es facilitada por la presencia de hormona del crecimiento, así que podemos ver que todo se resume a estimular el SNC. Hacer “cardio” no afecta tu SNC de forma significativa, por eso es por lo que el estilo de vida paleo no lo recomienda, sprints vigorosos y el entrenamiento de alta intensidad sí que lo estimularán así que hazlos si quieres maximizar el crecimiento muscular.
Cortisol: una hormona a evitar
Promover el crecimiento muscular y la fuerza requiere evitar excesivas cantidades de hormonas catabólicas (quemadoras de músculo) como el cortisol.
El cortisol es la hormona del stress, y existe por una razón muy importante (tratar con situaciones de “huir o pelear” , sueño inadecuado, ansiedad), pero en grandes cantidades el cortisol incrementa los aminoácidos sérum descomponiendo músculo, inhibiendo la síntesis de proteínas y reduciendo el consumo de aminoácidos de los músculos – todo cosas terribles para el crecimiento muscular.
Examinando todavía más el problema, vemos que el músculo descompuesto es convertido en glucosa en sangre, lo que aumenta la secreción de insulina y por lo tanto te hace más resistente a la misma promoviendo el almacenamiento de grasa.
La mayoría de las personas siguiendo el estilo de vida paleo minimizan sus niveles de cortisol consiguiendo un sueño de calidad y reduciendo el stress, pero si estás preocupado por construir músculo debes saber que el entrenamiento excesivo sin suficiente tiempo de recuperación también aumenta el cortisol.
Levanta cosas realmente pesadas
Te recomiendo leer mis artículos sobre entrenamiento de alta intensidad (HIT) para que planees una rutina adecuada. Este entrenamiento producirá la respuesta hormonal que deseamos.
Recomiendo usar pesas en ejercicios que no sean de un solo músculo aislado, llegando al fallo muscular en 7-12 repeticiones (1 sola serie por ejercicio) y descansar un mínimo de 4 días los músculos que hayas usado.
Come muchas (muchísimas) plantas y animales
Simplemente si quieres subir de peso tienes que comer más que antes. Necesitas más proteínas para que tus hormonas las sinteticen. Céntrate en la carne y los huevos.
Come bastante grasa saturada y monoinsaturada. La grasa reduce la secreción de insulina y aumenta la producción de testosterona .Además come con frecuencia, si estás buscando subir de peso el ayuno intermitente o saltarte comidas en este caso no es lo más adecuado.
En los días de entrenamiento más duros o de sprints, aumenta tu consumo de carbohidratos mediante patatas o arroz blanco (nada de granos). Si quieres más información sobre esto lee mi artículo sobre la Dieta Paleolítica adaptada para deportistas.
Yo personalmente creo que si cuidas tu dieta y haces el ejercicio adecuado, tu cuerpo tenderá hacia su estado óptimo (que suele ser bajo en grasa y musculado, pero sin hipertrofia), pero por otro lado me parece bien que haya personas que quieran ganar más músculo, sobre todo si van acompañados de una fuerza equivalente, así que aquí os dejo mis consejos.
Por Yerai Alonso